miércoles, 28 de marzo de 2007

¿Puede aprenderse a ser exitoso?

Entrevista exclusiva a un gurú mundial de los negocios Jeffry Timmons es una autoridad global sobre entrepreneurship y autor de un famosísimo manual sobre el tema. Durante su paso por la Argentina, brindó una entrevista exclusiva a MATERIABIZ...

Por Federico Ast

Entre al website de Amazon e ingrese "Jeffry Timmons" en el buscador. Se encontrará nada menos que con 29 resultados. Entre ellos, se encuentra el manual "New Venture Creation", un auténtico clásico de la educación para emprendedores.

Este profesor del prestigioso Babson College de los Estados Unidos se encuentra en la Argentina, en el marco del lanzamiento de un programa conjunto con el IAE y la universidad de San Andrés. Durante su estadía en Buenos Aires, ofreció una entrevista exclusiva a MATERIABIZ.

¿La educación formal puede enseñar a ser emprendedor? ¿Puede aprenderse a ser exitoso en los negocios?

Esta es una pregunta que me hacen con mucha frecuencia. Y me gusta responderla a través de una anécdota. En los Estados Unidos, conocí a un famoso emprendedor del real estate. Era un exitosísimo texano verborrágico de dos metros.

Un buen día, vino a la universidad y me dijo: “Profesor, ¿en verdad cree que puede enseñarle a alguien a ser un emprendedor? ¿No le parece arrogante creer que puede tomar a estudiantes universitarios y convertirlos en los equivalentes económicos de un Picasso o un Beethoven?”

Y yo le dije: “A los genios, dejémoslos solos. A los idiotas también. Pero la mayoría de la gente está en el medio. El aprendizaje del entrepreneurship se parece al aprendizaje de los deportes. No creo que nadie tenga un gen que lo predisponga a ser un gran jugador de fútbol en lugar de un gran jugador de tenis. Para ser un buen tenista, hay que aprender habilidades y know hows específicos. Lo mismo vale para los emprendedores. Hay mucho que aprender. Ser un buen emprendedor es un largo proceso de aprendizaje más parecido a una maratón que a una carrera de cien metros llanos”.

¿Cuáles son las principales habilidades que debería tener un emprendedor?

Liderazgo, trabajo en equipo y creatividad. El entrepreneur debe ser capaz de ver el panorama global en lugar de quedarse enfocado en los aspectos específicos del negocio. Debe comprender perfectamente la clase de habilidades que necesita en los miembros de su equipo.

En mi experiencia personal, creo que otros rasgos clave son la perseverancia, un optimismo a prueba de balas y un espíritu altamente competitivo. La mayoría de los emprendedores que conozco son personas muy competitivas, personas que nunca se conforman con el segundo puesto.

La característica fundamental de la mentalidad emprendedora es pensar en términos de oportunidades, no de recursos. Esto es algo que puede aprenderse desde pequeño. Desde la más tierna infancia se le puede enseñar a los chicos a empaparse de una actitud emprendedora. Hay que enseñarles a tomar riesgos sensatos, a no temer al fracaso. El fracaso no es una marca que queda de por vida sino otra manera de aprender.

Luego, esta mentalidad emprendedora debe complementarse con conceptos formales de negocios. No alcanza con detectar oportunidades. Éstas deben traducirse a un lenguaje con términos como “cashflow” o “retorno de la inversión”.

Los ambientes de negocios varían. Las culturas no son las mismas y las restricciones tampoco... ¿Las habilidades necesarias para el éxito empresarial son las mismas en Argentina que, por ejemplo, en los Estados Unidos?

A lo largo de mi carrera, he trabajado con emprendedores de más de 50 países. Por un lado, es cierto que los diferentes ambientes de negocios exigen algunas habilidades específicas.

Sin embargo, he llegado a la conclusión de que existen ciertas “leyes fundamentales del entrepreneurship” válidas en cualquier ambiente, ya sea en Argentina, Estados Unidos o China.

El emprendedor debe conocer estas leyes básicas y luego evaluar en qué medida son válidas en su contexto. Las recetas nunca se aplican exactamente. No existe una llave maestra universal para el éxito en los negocios.

En mi opinión, entre un 60 y un 90 de lo que se enseña en los cursos de Entrepreneurship tiene validez universal. Conceptos como el “cashflow” o el “retorno de la inversión” son universalmente válidos. Por eso, a pesar de las diferencias entre contextos de negocios, la educación sigue siendo una herramienta fundamental.

Federico Ast
Editor de MATERIABIZ

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Argentina, entre los países más emprendedores del mundo

Todos los años, el Global Entrepreneurship Monitor ofrece una radiografía de la actividad emprendedora de decenas de países. Veamos los resultados del 2006 para la Argentina...

En la sala de conferencias del Hotel Crillón, a metros de la coqueta Plaza San Martín, se realizó la presentación para la prensa de los resultados del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), un proyecto fundado en 1997 por las prestigiosas Babson College y London Business School con el objetivo de analizar las características de la actividad emprendedora a lo largo y ancho de la Tierra.

Desde 1999, el IAE viene participando en el proyecto a través del aporte de datos sobre la realidad emprendedora argentina. La profesora Silvia de Torres Carbonell (Directora del Centro de Entrepreneurship del IAE y del Proyecto GEM Argentina) tuvo a su cargo la exposición de los datos de la edición 2006. Veamos...

* Argentina se encuentra entre los 14 países más emprendedores de los 42 que participaron en la encuesta. Uno de cada diez argentinos de entre 18 y 64 años participa de algún tipo de emprendimiento (esto representa alrededor de cuatro millones de emprendedores).


* El 43 por ciento de los nuevos emprendedores se desempeñan en el sector consumo (comercio minorista, hoteles, restaurantes, servicios al consumidor, salud, educación y servicios sociales), el 34 por ciento en transformación (construcción, industria, transporte, comercio mayorista, comunicaciones, servicios públicos), el 19 por ciento en servicios empresarios (profesionales, financiamiento, seguros, propiedades, consultoría) y el cuatro por ciento en extracción (agricultura, caza, pesca, minería forestación).


* En el 2006, uno de cada cuatro emprendedores declaró estar motivado por la necesidad. El 75 por ciento restante se mueve por la oportunidad.


* La actividad emprendedora aumenta con el nivel educativo


* La principal restricción que enfrentan los emprendedores argentinos es la escasez de capital.


Según Torres Carbonell, los datos de la edición 2006 del GEM brinda algunas perspectivas alentadoras. A diferencia de los días más oscuros de la crisis (cuando uno de cada dos proyectos surgía de la necesidad), hoy la mayor parte de los emprendedores argentinos se guían por la búsqueda de oportunidades.

La estabilización económica y la competitividad cambiaria abrieron un abanico de nuevos proyectos en biotecnología, software, tecnología aplicada a la salud, al agro y al medio ambiente. También se detectan oportunidades en turismo, hotelería, entretenimiento y diseño. En otras palabras, el marco parece estar dado para que muchos prosperen.

Sin embargo, señaló Torres Carbonell, esto no significa que todo vaya bien en el mejor de los mundos. Todavía quedan grandes barreras por superar. La escasez de financiamiento que tanto preocupa a los emprendedores es sólo uno de los inconvenientes.

Para que los buenos augurios se transformen en felices realidades, se necesitan políticas de largo plazo que provean estabilidad política y macroeconómica. Flexibilidad laboral, reducción de cargas impositivas, eficiente provisión de servicios públicos y la creación de un marco jurídico transparente también deberían figurar en la agenda de los policy-makers.

Según la experta del IAE, si pudieran encararse exitosamente estas reformas, no sólo los entrepreneurs saldrían beneficiados. La actividad emprendedora y la innovación son centrales para el proceso creativo en la economía y para la promoción del crecimiento y el desarrollo social y económico de un país, incrementando la productividad, generando empleo y construyendo capital económico y social.

De la redacción de MATERIABIZ
redaccion@materiabiz.com

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jueves, 15 de marzo de 2007

Un experto destroza a los best-sellers que prometen "la clave del éxito en los negocios"

Año tras otro, se lanzan al mercado cientos de libros de management que prometen a los lectores la piedra filosofal del éxito empresarial. ¿Sirven realmente?
De la redacción de MATERIABIZ

In search of excellence, el súper best-seller del gurú Tom Peters es considerado por muchos como un cambio de paradigma desde el viejo management taylorista hasta los nuevos principios de gestión de la economía del conocimiento. En aquella obra, Peters analizaba 35 compañías exitosas de los Estados Unidos, compañías que parecían encarnar una nueva manera de hacer las cosas. Eran, en definitiva, las empresas del futuro.

¿Qué pasó con ellas?

Un análisis histórico nos revela que, en realidad, ni siquiera alcanzaron el crecimiento promedio del mercado en los veinte años que siguieron a la publicación del libro. ¿Qué fue lo que falló?

En el artículo The Halo Effect de Wharton Business School, el profesor Phil Rosenzweig ofrece una aguda crítica de los populares best-sellers de negocios. Según este especialista, muchos libros de management carecen de rigor científico y se basan en un equívoco método de análisis.

Cuando una firma tiene un rendimiento superior al del mercado, atrae mucha atención sobre ella. Periodistas de negocios y académicos analizan su management suponiendo que éste es el motivo del éxito.

Así, en tiempos de bonanza, los analistas coinciden en que estas empresas tienen líderes visionarios, grandes estrategias y una fantástica cultura corporativa. Pero cuando las cosas empiezan a andar mal, los líderes de esa misma empresa "se volvieron arrogantes", su estrategia es "demasiado riesgosa" y la cultura se volvió sofocante. Pero lo más curioso es que las prácticas de management son, en realidad, las mismas que cuando la empresa seguía en la cúspide de su triunfo.

Una buena ilustración de esto, además del libro de Peters, es el caso de Cisco Systems. En tiempos de la burbuja puntocom, Cisco fue una de las vedettes de la industria. La revista Wired, en 1997, escribió que Cisco estaba llena de gente feliz que se divertía trabajando. BusinessWeek, por su parte, no escatimaba elogios hacia los heroicos managers de la empresa.

Pero la tortilla se dio vuelta cuando explotó la burbuja. En menos de un año, las acciones de Cisco pasaron de 80 dólares a 14. De pronto, el management de Cisco había pasado de fantástico a mediocre. Los analistas de Fortune declararon: "Cisco se metió en líos" por fallas en su estrategia de adquisiciones y de innovación tecnológica. En definitiva, los managers no eran tan buenos como parecían.

¿Qué consejos pueden extraerse de estos casos?

Sea cuidadoso a la hora de evaluar el éxito de una empresa. Cuando los números cierran, nos apresuramos en suponer que el management es magnífico y nos olvidamos de que los factores del triunfo son múltiples (de hecho, la suerte suele jugar un papel muy importante).

Por lo tanto, mejor tener cuidado a la hora de confiar en el best-seller del momento. Estos libros suelen citar casos de empresas exitosas y atribuir el éxito a la calidad del management. Luego, a partir de este caso exitoso, el consejo suele ser: "si quiere tener éxito, imite a los líderes de la empresa X".

Por un lado, esto es metodológicamente incorrecto. Los buenos resultados no siempre significan que los managers tomaron decisiones brillantes. Y, por el otro, aunque así fuera, nada garantiza que las medidas que supuestamente explican el éxito en estas empresas puedan extrapolarse a la suya.

En última instancia, según Rosenzweig, la única receta que podemos aprender de los grandes del management es la perseverancia. Quizá este consejo no sea suficiente para catapultar a un libro a los primeros puestos de la lista de best-sellers. Pero téngalo en cuenta cuando compre su próximo libro con su "receta para el éxito".

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lunes, 12 de marzo de 2007

William Edwards Deming, de fregar el suelo de la universidad a gurú de la calidad total

Uno de los responsables del éxito empresarial del Japón de la posguerra y un visionario de la calidad del producto...


Por Luis Miravitlles Jover
Profesor de Operaciones del Instituto de Empresa

"Aquellos años limpios…" Así comenzaba una de las más significativas piezas autobiográficas de William Edwards Deming. En ella, hacía referencia a su difícil paso por la Universidad de Wyoming, donde se graduó en Ingeniería Eléctrica en 1921.

Este muchacho, nacido en octubre de 1900 en un humilde hogar de Sioux City (Iowa), a los 17 años tomó todos sus ahorros y caminó unas cuantas millas desde la estación de ferrocarril hasta la Universidad de Wyoming. De aquella época, todavía se recuerda al joven Deming barriendo y fregando el suelo del hall principal.

Aquellos difíciles orígenes fueron determinantes en su exitosísima carrera profesional. De ahí provienen tres de sus cualidades más importantes, la humildad, la austeridad y la voluntad de servicio.

En 1925, Deming obtuvo un master en Matemáticas en Colorado y en 1928, un doctorado en Física en Yale. Poco después, entró a trabajar en el departamento de Agricultura de los Estados Unidos, donde cultivó la base de los conocimientos por los que se hizo conocido: la estadística y un extraordinario rigor y constancia en todos sus planteos.

En aquellos años, Deming conoció a Walter Shewhart, reputado miembro del staff técnico de la telefónica Bell, quien le sugirió que aplicara sus conocimientos al management. En 1939, Deming empezó a trabajar en la oficina norteamericana del Censo y, tiempo después, comenzó su actividad docente en Stanford.

En aquellas aulas, Deming comprobó que la mayor parte de los directivos estadounidenses que acudían a sus clases, no daban importancia a la aplicación de la estadística en la mejora de la calidad y de la gestión. Así, Deming concluyó que la calidad solo podía ser mejorada sustancialmente si el "top management" se involucraba en la solución.

Decepcionado por la escasa repercusión de sus teorías entre los empresarios norteamericanos, en 1947 se unió al equipo dirigido por el General Douglas Mac Arthur, encargado de promover la reconstrucción del Japón. Y fue allí donde se produjo su gran eclosión. La devastada economía nipona fue el perfecto caldo de cultivo para el desarrollo de su filosofía empresarial.

Bajo los auspicios de la JUSE (Japanese Union of Scientists and Engineers), Deming difundió sus teorías sobre la calidad total y el management a la alta dirección de las compañías más importantes del país.

Sus lecciones empezaron a publicarse en todo Japón. Pero en aquel momento, Deming se negó a cobrar royalties por sus publicaciones. Así, en reconocimiento a su trabajo y a su generosidad, en diciembre de 1950, la JUSE instituyó el internacionalmente reconocido Premio Deming que galardona la excelencia en la gestión de la calidad.

En 1960, el Primer Ministro japonés, Nobusuke Kishi, en nombre del Emperador Hirohito, concedió al Dr. Deming la Orden Japonesa del Sagrado Tesoro, en reconocimiento a su contribución al renacimiento de la industria japonesa.

El éxito de las empresas japonesas en el mundo atrajo las miradas de la alta dirección americana hacia las teorías de Deming. De vuelta a los Estados Unidos, en 1980, Deming protagonizó un programa emitido por la NBC con el título de "Si Japón puede… ¿Por qué no podemos nosotros?" Así, la demanda de sus servicios creció espectacularmente.

En 1982, el MIT publicó un libro donde Deming sintetizaba su teoría de gestión basada en sus famosos "14 puntos" para impulsar la calidad y en las "siete enfermedades" que lo impiden (reeditado posteriormente en 1986).

Según Deming, para orientar a una empresa hacia la calidad total, es necesario un cambio cultural, que sólo es posible con el compromiso a largo plazo de los directivos de primer nivel. En el fondo, un fiel reflejo de su propia vida y, probablemente, es por ello por lo que su impacto en el mundo empresarial ha sido tan importante, profundo y duradero.

En el transcurso de su carrera, Deming recibió docenas de reconocimientos académicos. Entre ellos, se destacan diversos doctorados "honoris causa" y el premio a toda su carrera otorgado por la Academia Nacional de las Ciencias Americanas en 1988.

En 1993, Dr. Deming publicó su último libro, en el que introdujo su también famoso "sistema de gestión basado en los conocimientos profundos". En diciembre de ese mismo año, murió en su casa de Washington rodeado de su familia.

Bibliografía básica:

Deming, W. Edwards (1986). Out of the Crisis. MIT Press.
Deming, W. Edwards (2000). The New Economics for Industry, Government, Education - 2nd Edition. MIT Press.
Gabor, Andrea (1992). The Man Who Discovered Quality: How W. Edwards Deming Brought the Quality Revolution to America. Penguin.
Gitlow, Howard S., Shelly J. Gitlow, "The Deming Guide to Quality and Competitive Position" Prentice Hall Trade (January 1987) ISBN 0-13-198441-1
Langley, Gerald J., Kevin M. Nolan, Clifford L. Norman, Lloyd P. Provost, Thomas W. Nolan, "The Improvement Guide: A Practical Approach to Enhancing Organizational Performance" Jossey-Bass (July 26, 1996)
Mann, Nancy (1989). Keys to Excellence: The Story of the Deming Philosophy - 3rd Edition. Prestwick Books.

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¿Por qué fracasan las campañas publicitarias? Los casos Seinfeld y Burger King

"¡Hemos invertido muchos millones en esta campaña publicitaria! Ya ha pasado un mes y las ventas sólo crecieron un dos por ciento. ¡Es un fracaso!". Claramente, el gerente de marketing sabía muy poco de publicidad...


Jerry Seinfeld es un personaje mundialmente conocido. Su famosa serie de TV cosechó 10 premios Emmy y es considerada por muchos como el mayor hit televisivo de todos los tiempos. Si bien el último capítulo se filmó en 1998, Seinfeld sigue generando más ingresos por derechos de retransmisión que la mayoría de las series nuevas.

Y, sin embargo, en la fecha de su lanzamiento, allá por 1989, parecía un tremendo fracaso para la NBC. Ante un público indiferente, los ejecutivos de la cadena daban por enterrada a la serie. Sin embargo, hubo uno que confió en Seinfeld y logró conseguir el financiamiento para rodar cuatro nuevos episodios. El resto es historia conocida...

En un artículo publicado en BusinessWeek, el experto en publicidad Steve McKee señala que el caso de Seinfeld puede servir como lección para ejecutivos de marketing.

De hecho, muchos creen que una campaña que no da resultados inmediatos es un fracaso y debe ser dada de baja inmediatamente. Pregúntele a la gente de Burger King, que en los últimos 20 años cambió ocho veces sus agencias publicitarias. Es un típico ejemplo del enfoque cortoplacista norteamericano, donde el 60 por ciento de las campañas no llegan al año de vida.

Incluso, muchas buenas ideas mueren antes de nacer. Antes del lanzamiento, la efectividad de los anuncios suele probarse en pequeños grupos experimentales. Es muy común que la reacción de los participantes sea: "Me gustó el comercial, pero no me dan ganas de ir a comprar inmediatamente el producto".

Ahí, típicamente, el gerente de marketing dice al responsable de la campaña: "Gracias por todo, pero probaremos con otra agencia. Necesitamos un aviso que IMPACTE al público y nos brinde un rápido retorno".

Típico error de concepto. Salvo en el caso del modelo Sprayette, las publicidades NO son instrumentos para incentivar la compra inmediata. El público argentino disfruta de los avisos de Quilmes y comentó hasta el cansancio el "hitazo del verano" de CTI. ¿Pero cuántos corrieron a comprar cerveza o cambiar el celular?

Según McKee, sólo cuando los ejecutivos de marketing comprendan el verdadero aporte de la publicidad al negocio dejarán de pedirle peras al olmo. Ni siquiera la campaña perfecta puede incentivar la compra inmediata. Existe algo llamado "ciclo de compra del consumidor" que tiene sus propios tiempos.

Por lo tanto, señala este especialista, la efectividad de una campaña sólo puede observarse en el largo plazo.

Cualquier estrategia de publicidad debe enfocarse como una serie de televisión, donde cada capítulo (o anuncio) va desarrollando progresivamente la historia que se pretende contar (o la imagen de marca que se pretende transmitir).

Por eso fue un verdadero visionario aquel ejecutivo de la NBC que se jugó por Seinfeld. ¿Los primeros tres capítulos no funcionario? ¡Qué importa! Esto es una inversión de largo plazo. ¡Y vaya si lo fue!

Si usted es impaciente y modifica constantemente la campaña, el público perderá el hilo. Es una de las mejores formas de desperdiciar el valiosísimo (y escaso) presupuesto de marketing.

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sábado, 10 de marzo de 2007

El escaneo ya llegó al "ojo de bife"

PRODUCCIÓN BOVINA: ESPECTROSCOPÍA EN LA INDUSTRIA FRIGORÍFICA: Presentaron un equipo infrarrojo que predice la terneza de la carne. Es inédito en Sudamérica.
Fuente: Clarin.com

En el futuro, la carne podría dejar de ser considerada un commodity

En el mismo momento en que se anunciaba oficialmente que la Argentina es reconocida como libre de aftosa sin vacunación, se presentó por primera vez en nuestro país una metodología que promete ser muy útil para garantizar la calidad de nuestras carnes.

Se trata de un sistema de escaneo del "ojo de bife" (el músculo del conocido "bife de chorizo") que a través de la Espectrometría Infrarroja de Reflectancia Cercana (EIRC) predice en tres segundos la terneza de la carne, con un 95% de precisión, y arroja el resultado en una computadora.

La conferencia informativa estaba prevista desde antes de conocerse la buena noticia sobre el nuevo status sanitario argentino, claro, pero difícilmente pudo haber sido más oportuna.

Es que de los tres factores que inciden en la calidad de la carne, la jugosidad, el sabor y la terneza, está última es clave a la hora de satisfacer a los consumidores.

"En todas las encuestas queda en evidencia que la terneza engloba todos los aspectos positivos de la carne. Así, por ejemplo, si la carne es considerada tierna, en general también se la percibe sabrosa", afirmó Fernando Lagos, especialista en genética bovina que observó esta tecnología en Estados Unidos --donde recién empieza a usarse-- y la está difundiendo en Sudamérica, donde todavía no ha sido implementada.

Destacó Lagos que "aunque la determinación de terneza ha desvelado por décadas, incluso a los científicos y a los propios consumidores, todos los métodos habían fracasado de una u otra manera"

En ese sentido, indicó que "la asociación con la edad de los animales, incluso, es un parámetro genérico pero no de certeza individual, porque depende de la contracción de las fibras musculares de cada animal".

Tampoco se impuso a nivel global la calificación por marmoreo del bife (la grasa intramuscular o veteado de la carne) porque aunque es un criterio contemplado en Estados Unidos, no es una característica apreciada en otras partes del mundo, particularmente en la Argentina. Y numerosos estudios han demostrado que el marmoreo no tiene prácticamente correlación con la terneza.

Así, siguió razonando Lagos, "hasta la fecha no se contaba con ninguna metodología precisa de predicción individual de la carne de cada res, que fuese práctica y de rápida implantación en las propias plantas frigoríficas."

Pero, tras años de estudios, el Centro de Investigación en Carne Animal (Marc, por su sigla en inglés), perteneciente al Departamento de Agricultura de Estados Unidos, desarrolló, en conjunto con la empresa Analytical Spectral Device, este nuevo instrumento de medición de terneza y su programa de software.

Y ambos comienzan a ganar predicamento en la industria frigorífica estadounidense por una cuestión de seguridad comercial y posicionamiento de marca. El escaneo se hace en la cámara fría antes de que las reses abandonen la planta y, al seleccionar la carne tierna de la que no lo es, resulta posible garantizar la calidad ofrecida en las góndolas.

Como ya se están comercializando bifes con garantía de terneza, no es utópico vislumbrar que este simple procedimiento podría revolucionar los mercados internacionales de la carne.

En suma, más allá de la coyuntura, de las políticas, los stocks y los problemas sanitarios, la EIRC permite pensar en un futuro distinto. Según Lagos, "esta técnica abona la convicción cada avez más extendida de que la carne progresivamente dejará de ser un commodity y se transformará en un producto especificado".

Y ese es un escenario para el cual la Argentina no sólo debería prepararse. También le convendría apuntalarlo para que se haga realidad. t

La terneza es un factor clave a la hora de satisfacer a los consumidores

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jueves, 8 de marzo de 2007

El dilema del emprendedor: ¿cómo construir una red de contactos?

Las redes de contactos son fundamentales para desarrollar un proyecto de negocio. ¿Cómo construirlas?

Por Natalia Weisz (IAE)
Especialista en Entrepreneurship y Profesora del Área Comportamiento Humano en la Organización del IAE. Weisz colabora con la competencia NAVES organizada por el Centro de Emprendedores del IAE

¿Podemos mejorar nuestro capital social? A veces, tendemos a pensar que nuestra red de contactos depende de nuestra personalidad y de nuestra ubicación en el mundo, y que por lo tanto no hay mucho que hacer.

Sin embargo, se trata de una falsa creencia. La creación de redes de contactos tiende a ser más una habilidad que una característica de la personalidad. Como las habilidades se adquieren, cualquiera puede mejorar su capital social más allá de cuál sea su personalidad.

Por otro lado, es cierto que nuestro network tiende a estar condicionado a nuestras actividades. Sin embargo las redes no sólo se forman por condicionamiento sino también por elección. Muchos emprendedores entienden que para formar una empresa que cree valor deben generar contactos a pesar de su personalidad y de sus condicionamientos. ¿Qué podemos hacer?

1) Evaluar nuestro capital social

Cuando uno no sabe cuál es su capital social, tiende a desestimar su valor. Conocer qué tipo de capital social tenemos, analizando cómo está comprendida nuestra red de contactos y cuáles son sus características más salientes, requiere una dedicación en tiempo y energía, pero vale la pena.

Existen encuestas sociométricas que nos ayudan a este fin, diagnosticando el tamaño de nuestra red y la estructura social de su organización. En general, el resultado de este análisis muestra que la mayoría tenemos una red más pequeña y menos diversa de lo que pensamos.

2) Preguntarnos para qué queremos desarrollar nuestro capital social

Si no encontramos una razón que nos "llene el alma", difícilmente nos hallemos cómodos en este camino. He visto que en algunas escuelas de negocios el tema no se encara adecuadamente y esto genera rechazo de los alumnos, especialmente de los más jóvenes.

Muchos sienten que el fin del networking es la manipulación de las personas y de las relaciones, y que eso va contra sus ideales más íntimos. Hay que tener mucho cuidado…el capital social debiera plantearse de una forma muy diferente, a partir de una visión que busque hacer un mundo más conectado y más comprometido, que brinde más oportunidades para que las personas desarrollen y, a su vez, se desarrollen a sí mismas.

3) Potenciar y desarrollar nuestras redes

Una vez que hemos encontrado la razón que nos motiva a ampliar, potenciar y desarrollar nuestras redes, es hora de poner manos a la obra. En este punto, los emprendedores deben apuntar a construir una red de contactos balanceada.

Por un lado, deben seguir alimentando una estructura social densa que les permitan generar confianza y credibilidad para que el emprendimiento salga adelante. Por el otro, es crucial que desarrollen una red de contactos diversa que les permita acceder a información de distintos ámbitos y puedan así desarrollar ideas más creativas, y alcanzar recursos adicionales para mejorar las posibilidades de generar verdadero valor a través del proyecto.

Natalia Weisz

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martes, 6 de marzo de 2007

Finanzas para principiantes: ¿qué es y para qué sirve un mercado de futuros?

Sus raíces se remontan a los tiempos de la Antigua Grecia y los mercaderes fenicios. Hoy mueven miles de millones de dólares por día. Pero, ¿qué son y para qué sirven los mercados de futuros?


Por Marcelo Pedro Dabós
Ph.D. en Economía de la Universidad de Chicago
Fuente: MateriaBiz

Los famosos futuros son contratos que implican la entrega de un bien específico por parte de un vendedor a un comprador en un punto acordado en el futuro. El contrato especifica el precio y establece que el bien no será pagado hasta la fecha de entrega. En los mercados mundiales estos contratos se utilizan para comerciar los más diversos bienes.

Entre otros, existen futuros sobre bienes agropecuarios (por ejemplo, trigo, maíz, jugo de naranja), sobre recursos naturales (oro, plata, cobre, estaño), sobre monedas extranjeras (euros, dólares, libras esterlinas, francos suizos), sobre bonos (por ejemplo, Bonos del Tesoro Americano) , sobre índices de mercado (por ejemplo, el Índice Standard & Poors 500, etc.) y otros.

¿Quiénes participan en estos mercados? En principio, podemos distinguir entre especuladores y los "hedgers".Los especuladores compran y venden futuros con el solo propósito de lograr un beneficio. ¿Cómo lo hacen? Vendiendo a un precio más alto del que han comprado o comprando a un precio más bajo de lo que venderán (al menos, así lo esperan). Los "hedgers", por su parte, compran y venden para compensar los riesgos del curso normal de los negocios. ¿Qué significa esto? Veamos...

Consideremos, por ejemplo, el mercado de futuro de trigo. Supongamos que hoy, el precio de mercado para un contrato que establece la entrega del trigo al final de la cosecha es de 4 dólares. Para el productor agropecuario, este precio es lo suficientemente elevado para asegurarle un interesante beneficio anual. Es decir, el productor tiene dos alternativas: vender el trigo futuro hoy a un precio seguro de 4 dólares o esperar hasta el final de la cosecha para vender al contado al precio de mercado de aquel momento. Sin embargo, esperar hasta la cosecha tiene un riesgo: el precio del trigo podría caer a 3 dólares y arruinarlo.

Por el contrario vender trigo futuro hoy permite al productor agropecuario asegurarse un precio de venta de 4 dólares.De esta forma, el productor puede remover un elemento importante del riesgo de su negocio: la incertidumbre sobre el precio de venta. Al fin y al cabo, su actividad no consiste en especular con el trigo sino hacerlo crecer y cosecharlo. Por lo tanto, el productor agropecuario que vende trigo futuro es un "hedger" (más específicamente un "hedger corto", ya que vendió lo que todavía no tiene).

Pero, ¿quién le compra el trigo futuro? El comprador quizá sea una industria panadera que utiliza el insumo para fabricar harina y luego pan. El manager tiene dos opciones: comprar el trigo futuro al productor a un precio de 4 dólares o esperar a que termine la cosecha y comprar al precio de mercado. Sin embargo, esta última alternativa tiene un riesgo. Al fin y al cabo, si la cosecha es mala, el trigo quizá valdrá 5 dólares, encareciendo los costos de la industria panadera. Por lo tanto, la primera opción sirve para limitar riesgos. Comprando trigo a futuro se asegura un precio de 4 dólares y corre un riesgo menos en su negocio que es el de fabricar y vender pan. El manager industrial que compró trigo es también un "hedger" (más específicamente, un "hedger largo" ya que compró algo que todavía no le entregaron).

Ahora bien, más allá de los casos del productor agropecuario y el manager panadero que operan con futuros para limitar los riesgos inherentes a su negocio, en los mercados de futuros también existe la fauna de los especuladores, que compran y venden trigo a futuro basándose en sus expectativas sobre el precio del trigo. Su objetivo: ganar dinero en un lapso relativamente breve sin utilizar el producto en cuestión en el curso de sus negocios.

Un especulador que crea que el precio del trigo subirá, comprará trigo a futuro. Es decir, compra hoy a 4 dólares esperando vender en la fecha futura en el mercado contado a 5 dólares. Si el pronóstico es adecuado resultará en una ganancia para el especulador.Alternativamente, si el especulador cree que el precio del trigo bajará, venderá trigo a futuro. Es decir, asumirá el compromiso de vender trigo a la industria panadera a 4 dólares.

Si en la fecha futura, el precio de mercado es de 3 dólares, el especulador comprará a ese precio en el mercado contado y venderá inmediatamente a 4 dólares en el mercado futuro. Así, obtiene una jugosa ganancia de corto plazo (siempre que su pronóstico se cumpla).Los especuladores no siempre ganan en estos mercados y suelen correr altos riesgos. La función primordial que cumplen en los mercados de futuros es absorber el riesgo que los "hedgers" no quieren asumir y la de proveer de liquidez al mercado.

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viernes, 2 de marzo de 2007

¿Podían prevenirse los atentados del 11/S? Algunas lecciones para la CIA (y las empresas)

Muchos expertos creen que la falta de conexión entre las distintas unidades de inteligencia norteamericanas derivó en el fracaso en la prevención de los atentados contra las Torres Gemelas. Las empresas tienen mucho que aprender sobre esto...
por: De la redacción de MATERIABIZ

¿Cómo es posible que los poderosísimos servicios de inteligencia de los Estados Unidos no hayan previsto los atentados contra las Torres Gemelas? Según el artículo The Craft of Connection de Strategy + Business, algunos creen que la causa fue la desconexión entre las distintas unidades de los servicios de seguridad.

El problema no era la recolección de datos sino la falta de coordinación para utilizar la información en la toma de decisiones.Los distintos departamentos de inteligencia poseían información dispersa sobre un posible atentado. Pero la falta de conexión entre unidades hizo que resultara imposible coordinar un plan para detener la barbarie. Las piezas del rompecabezas estaban diseminadas y no pudieron juntarse a tiempo.El animal corporativo tiene mucho que aprender de los errores de las agencias de seguridad estadounidenses.

En efecto, las corporaciones tienen trabajadores ultra calificados en distintas áreas. Pero muchos no se conocen unos a otros. Así, la compañía pierde potenciales conexiones que podrían derivar en el desarrollo de numerosos productos, la mejora de muchos procesos y la prevención de costosísimos errores.

Por eso, algunas compañías como Whirlpool, Caterpillar y Chevron implementaron programas para que sus trabajadores de distintos países con intereses comunes puedan intercambiar ideas aunque trabajen en distintas unidades de negocios a miles de kilómetros de distancia.Chevron, por ejemplo, tiene más de 100 comunidades de interés funcionando entre sus empleados. Una de estas comunidades, compuesta por expertos en perforaciones, le permitió a la empresa ahorrar unos 30 millones de dólares.

Cuando una nueva técnica de perforación causó muchos problemas en un pozo, los ingenieros de aquella ubicación contactaron inmediatamente a sus colegas de otros países para anunciarles el problema y aconsejarles que desistieran de la aplicación del nuevo método.¿Cómo poner en marcha estas comunidades?

Según el artículo de Strategy + Business, primero es necesario conocer las relaciones existentes entre los distintos miembros de la corporación mediante la confección de un "sociograma", una especie de mapa que ilustra las conexiones entre trabajadores.Esta herramienta le permitirá conocer quién es quién dentro de la organización. ¿Quiénes se comunican frecuentemente con quiénes? ¿Cuáles son los nodos por los que circula la información vital? ¿Cuáles son los empleados clave?

Luego, es necesario crear comunidades de interés que conecten a los trabajadores de las mismas áreas. Una buena idea es difundir, en la intranet global, el nombre de todos los empleados con sus respectivas especialidades. Supongamos que un ejecutivo de marketing de Buenos Aires está planificando una estrategia de ventas para un producto que ya fue lanzado en Europa. Si el trabajador porteño pudiera comunicarse sencillamente con sus colegas europeos, empezaría su trabajo con ventaja. El sociograma también es una herramienta útil para determinar qué trabajadores son clave en la organización.

Los rígidos cargos formales del organigrama no siempre representan fielmente el real funcionamiento de las interacciones dentro de la empresa. Por ejemplo, señala el artículo de Strategy + Business, en una importante empresa de servicios financieros, el sociograma reveló que un reducido grupo de "empleados estrella" eran responsables de buena parte del valor de la compañía. Una mujer, particularmente, demostró ser absolutamente central. Todos consultaban con ella. ¿Qué ocurría si abandonaba la organización? De hecho, lo hizo. El sociograma llegó demasiado tarde, cuando ella ya había presentado la renuncia. De haberlo sabido antes, los ejecutivos habrían hecho cualquier cosa por retenerla.

En definitiva, nunca lo sabremos. Sin embargo, es posible creer que, de haber contado los servicios de inteligencia con un sociograma, los atentados contra las Torres Gemelas jamás habrían ocurrido.

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