domingo, 24 de junio de 2007

Algunos consejos prácticos para gestionar el personal de una PyME...

¿Qué factores tener en cuenta a la hora de contratar? ¿Qué hacer con un empleado de bajo rendimiento? ¿Cómo lidiar con los trabajadores que renuncian? Algunos consejos de los expertos de Stanford...
Las escuelas de negocios de los Estados Unidos suelen preocuparse por asuntos de alta estrategia corporativa. Sus consejos, en general, están pensados para grandes organizaciones con miles de empleados.

Sin embargo, en un artículo de la Stanford Graduate School of Business, los académicos abandonaron, por unos instantes, su marcado perfil corporativo para preocuparse por las realidades concretas que enfrenta el pequeño entrepreneur a la hora de gestionar su personal. Veamos algunos de sus consejos...

1) La comunicación clara y directa evita los improductivos rumores de pasillo

Los tradicionales rumores de oficina son la mejor forma de distraer a los empleados. Pero lo bueno es que pueden reducirse a través de la comunicación clara y directa.

Si la empresa atraviesa una crisis financiera y prepara una reestructuración de personal, es mejor que los empleados lo sepan por boca de su jefe y no por los distorsionados rumores que pululan por los pasillos.

2) Empleados de bajo rendimiento, ¿qué hacer con ellos?

Una de las tareas de cualquier jefe consiste en extraer el máximo potencial de cada uno de sus colaboradores.

Cuando alguno baja su rendimiento, en lugar de despedirlo, conviene ingresar en una etapa de evaluación donde se revisará periódicamente la evolución del empleado. El despido recién debería ser el último recurso una vez agotadas todas las instancias.

3) Cuidado con los trabajadores que renuncian

Es común que un cierto porcentaje de los trabajadores que renuncian intenten demandar a la empresa bajo cualquier excusa con el objetivo de obtener una compensación económica.

Por lo tanto, el entrepreneur precavido ofrece una indemnización al renunciante a cambio de la firma de un compromiso de que no denunciará a la compañía. Por unos pocos pesos, la empresa podría ahorrarse muchísimos dolores de cabeza y honorarios de abogados.


4) Averigüe todo lo que pueda sobre el candidato antes de contratarlo

Contratar una persona es establecer una relación de largo plazo. Por lo tanto, no es una decisión a tomar a la ligera. Siempre conviene realizar un estudio exhaustivo sobre las referencias y la historia profesional del candidato. Así, seguramente se evitará muchas sorpresas.

5) ¿Cómo manejar las desigualdades de ingresos en la oficina?

En toda empresa existen disparidades de ingresos entre empleados. Desde luego, esto puede ser un fenómeno positivo porque incentiva a cada trabajador a esforzarse al máximo para conseguir un aumento y mejorar su situación personal.

Sin embargo, la experiencia indica que cuando las disparidades son demasiado pronunciadas, pueden volverse contraproducentes. Los empleados peor remunerados no tardarán en averiguar cuánto ganan sus colegas. Y, si existen grandes desigualdades, pronto empezarán a pedir aumentos.

6) Siempre contrate personas que ya tienen trabajo

Si bien contratar personas que ya tienen trabajo suele resultar más costoso, la experiencia indica que éstos terminan dando mejores resultados que aquellos que están momentáneamente desocupados.

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