domingo, 24 de junio de 2007

Palpitando MATERIA Argentina: las empresas mirando al futuro

A días de la conferencia MATERIA Argentina, Miguel Peña, COO del Banco Galicia, ofrece su perspectiva sobre los desafíos futuros de las empresas. Un adelanto de su exposición del 26 en el MALBA...

Por Miguel Ángel Peña

Si miráramos un poco fuera del día a día, veríamos que hoy las empresas se desempeñan en medio de una extraordinaria revolución tecnológica y necesitan sobrevivir a los impactos de un contexto y una economía que pueden alterar su curso rápidamente.

La incertidumbre y la imprevisibilidad se están volviendo las normas en la vida empresarial tanto en Argentina como en el mundo y en particular en algunas industrias. Parece demasiado, pero los managers deben afrontar este escenario y asegurar el buen desempeño de la organización.

Es frágil una empresa fácilmente dañada por un cambio o un evento inesperado. Incluso, una sucesión de estos eventos puede comprometer su futuro. De no ser así, estaríamos hablando de una empresa robusta.

Ahora bien, cuando hablamos de "Robustez" no nos referimos a la impermeabilidad total frente a eventos externos, sino a una permeabilidad controlada, casi inteligente, que nos permita interpretar lo sucedido, analizarlo y reaccionar en consecuencia.

Aquí es donde incluimos la variable del tiempo. Si la reacción es lo suficientemente rápida, estaríamos hablando de una empresa robusta y ágil. Agilidad no trata sólo de "velocidad", sino también de Adaptabilidad.

La velocidad con la que evoluciona la tecnología, y por ende la forma de hacer las cosas, podrá ser un problema para muchas empresas. Para otras es claramente una oportunidad. La incorporación efectiva y eficiente de la tecnología en los procesos de negocio permite a las empresas afrontar los desafíos que tienen por delante y, adicionalmente, impulsar su adaptabilidad.

La aparición de Internet (como red y paradigma tecnológico) ha alterado las estructuras de las empresas y los modelos de negocios de las mismas como nunca antes. Esta aparición, una de las más relevantes de esta revolución tecnológica que vivimos, requiere de un management capaz y de una organización colaborativa, que reconozca el valor del capital intelectual y el poder del trabajo en equipo.

Contar solamente con personas inteligentes ya no es suficiente. Las personas deben cambiar radicalmente sus formas de interactuar. Deben estar dispuestas a compartir sus ideas y experiencias, a integrar comunidades, a trabajar en red y a sumar un valor nuevo en las relaciones laborales como es la Confianza.

Resumiendo, queremos decir que deben formar "la empresa inteligente". De otra manera, será muy difícil ser "jugador" del nuevo "juego".

Por supuesto, todo esto debe estar alineado con la estrategia empresarial. Alineación es algo de lo que se ha hablado mucho durante los últimos 20 años y todavía es una materia pendiente en muchas empresas.

Simplificando el impacto de tener una estrategia, podemos decir que tenerla, define en qué industria queremos participar, cuáles son los productos y servicios que ofreceremos y cómo asignaremos los recursos corporativos para ser exitosos.

Para esto, es necesario un entendimiento profundo de lo que quieren nuestros clientes actuales y potenciales, cómo se desarrollarán los mercados, cómo operará la competencia y prever escenarios de cambio para el futuro. Por supuesto que esto no es nada fácil de definir y mucho menos de ser ejecutado

Teniendo en cuenta la estrategia definida, podemos describir los principales dominios o ejes de acción en los que hay que trabajar para mejorar la adaptabilidad de las empresas. Cuando hablamos de dominios de acción no es casualidad, con esto queremos decir que no debemos quedarnos en los aspectos conceptuales de los dominios sino que esta revisión debiera ser accionable, con proyectos y planes concretos para llevar adelante.

Los dominios o ejes principales son:

1) Relación con clientes

La demanda de los clientes ha cambiado profundamente. Será necesario pensar más en ellos y escucharlos para lograr una mejora en la experiencia que ellos tienen con nosotros. La tecnología se ha vuelto un gran habilitador de este cambio.

2) Procesos y tecnología

Trabajar en agilidad y eficiencia es una materia obligatoria para el futuro. En este ámbito, se desarrollan los proyectos de cambios profundos de funcionamiento de las empresas.

3) Cultura del conocimiento y la colaboración

Nos hemos convertido en trabajadores del conocimiento, debemos sacarle mucho más provecho a lo que sabemos y saben otros. La inteligencia corporativa tiene como pilares a la colaboración y el conocimiento. La empresa inteligente tendrá una ventaja competitiva importante.

4) Cultura de la innovación

No se puede competir exitosamente en estos mercados tan cambiantes sin la disciplina de la innovación incorporada. El paradigma de innovación del pasado ha cambiado. La innovación tecnológica sola no alcanza, debemos innovar en nuevos modelos de negocio.

5) La organización y las personas

Para todos los desafíos que estuvimos describiendo anteriormente, los empleados de la empresa, los talentos, se vuelven imprescindibles. Su organización y la cultura organizacional determinan el funcionamiento de la empresa y como ésta afronta los cambios.

La relevancia que se le dé a cada uno de estos ejes, configurará la estrategia particular de cada empresa. La priorización particular de los mismos, nos dirá de qué tipo de empresa estamos hablando.

El trabajo simultáneo en todas estas líneas de acción puede ser una tarea compleja, larga y difícil de abarcar. Debemos tener claro qué es lo que queremos para nuestras empresas en el futuro

La propuesta es que se comience a andar el camino. Será un viaje largo y sin fin, un proceso en continua evolución. Pero quien no inicie este camino probablemente se encontrará en el futuro con muchas menos posibilidades de continuar siendo una empresa exitosa.

Para emprender este viaje se necesita haber tomado la decisión de cambio. El cambio requiere de un líder que logre que las cosas se hagan, se ejecuten. Un liderazgo sin la disciplina de la ejecución no es efectivo y es incompleto. Pero de esto hablaremos en otra oportunidad

Miguel Ángel Peña
Chief Operating Officer del Banco Galicia

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